Tratamiento preliminar de aguas residuales – Devolviéndole sus características y usos
La mezcla de fluidos procedentes de las fábricas, viviendas, establecimientos comerciales, instituciones y actividades agropecuarias, a las que en ocasiones se les añaden los líquidos pluviales y subterráneos requiere de un tratamiento preliminar de aguas residuales y de varias etapas sucesivas antes de poder ser reutilizados. De este modo, se apoya la causa de la conservación ambiental; ayudando además a suplir las necesidades de la población.
Estas aguas, llamadas asimismo “negras” por su color característico, concentran componentes que resultan perjudiciales a los seres humanos, las plantas y los animales. Entre ellos se encuentran grasas orgánicas y sintéticas, detergentes y productos diversos de limpieza doméstica, elementos tóxicos como el plomo, hierro u oxígeno, herbicidas y pesticidas, etc.
Procesos físico-químicos de purificación
Dichos fluidos son sometidos a diferentes tipos de tratamiento en plantas industriales para purificarlos y hacer posible su reaprovechamiento. Los primarios permiten eliminar la basura de grandes dimensiones y las partículas suspendidas a través de procesos conocidos como:
- Filtración: una serie de tamices sucesivos, progresivamente de menor diámetro de malla, favorece la retención de sólidos cada vez más pequeños; hasta llegar a un medio poroso, por ejemplo, un lecho de arena, que adsorbe las partículas en suspensión.
- Sedimentación o decantación: aquí se aprovecha el efecto de la gravedad, logrando que las partículas más densas se depositen en el fondo. Así se elimina, aproximadamente, un 60% de sólidos flotantes y un 30% de desperdicios orgánicos. También protege a las fases posteriores de la oxidación biológica provocada por la presencia de fangos.
- Flotación: en esta etapa, básicamente, se realiza el proceso inverso a la sedimentación. Para esto, se inyecta aire comprimido a la masa de agua o se emplean difusores localizados en la sección inferior, provocando que los líquidos y sólidos de menor densidad se acumulen en la superficie y puedan ser removidos con facilidad.
- Coagulación – Floculación: las suspensiones coloidales son livianas y se sedimentan muy lentamente, haciendo imposible removerlas de esta forma. En la práctica se adicionan reactivos químicos, con la carga eléctrica opuesta, que las desestabilizan y estimulan su crecimiento y aglomeración, favoreciendo que se precipiten y sean retiradas.