Comer en la calle y abrir la cocina a desconocidos, nuevas tendencias gastronómicas
Siempre nos gustó viajar y comer; siempre fue parte del disfrute del turista. Pero de un tiempo a esta parte la gastronomía se ha puesto aún más de moda, hasta el punto de que hoy un restaurante puede ser suficiente motivo para hacer un viaje, por lejano que sea el destino. Que se lo digan a los hermanos Roca, que –como antes Ferrán Adrià– no dejan de recibir la visita de comensales que recorren miles de kilómetros para emocionarse con sus platos.
Pese a que España es una de las mecas gastronómicas del mundo, antes por tradición y ahora por vanguardia, lo cierto es que el inglés sigue marcando el lenguaje. De hecho, el amante del disfrute gastronómico ha pasado a ser un foodie. Mientras que la palabra francesa gourmet se vincula con la buena vida y muchas veces el lujo, uno puede ser foodie –un fanático del buen comer y beber– con un presupuesto más ajustado. De hecho el foodie es eminentemente urbano.
A este apasionado de la moda de comer le interesan las tendencias; porque sí, en esto de la gastronomía ya hay, como en el vestir, tendencias. El street food y el colunching son dos de las nuevas tendencias del buen comer y beber para esta temporada.
El street food, o comida callejera, es algo muy común en otros latitudes. Implica el disfrute sin más pretensiones de comer en la calle, aunque también tiene su versión más perversa –diríamos en España– que implica comer en la calle en mitad de la jornada laboral y en apenas 15 minutos.
El colunching supone traer a casa a comer a invitados desconocidos. Viene de la mano de las nuevas tecnologías que ponen en contacto a usuarios y consumidores, hacia nuevas variantes del llamado consumo colaborativo. La idea es que los propios ciudadanos sean los que abran su casa a otros consumidores como anfitriones gastronómicos, y que entre todos se compartan los gastos de elaboración, fuera del ámbito profesional. Es también una manera espléndida de conocer la gastronomía “real” de una ciudad o país.
Un análisis realizado por la consultora hostelera Linkers, sobre las estrategias que seguirán los negocios de restauración en España, habla de la llegada del street food y el colunching.
Su director general, David Basilio, reconoce que España es un país todavía «enraizado en sus tradiciones de consumo”, pero cree que hay nuevos públicos con «ganas de experimentar». Para ello, propone «fomentar el uso de la vía pública y unas leyes municipales de venta ambulante más desarrolladas», que hagan de este fenómeno un éxito como en la ciudad estadounidense de San Francisco, Berlín o París.